Si
yo estaba bien, ¿Por qué me tenía que enamorar?
Hasta
habíamos llegado a un acuerdo con mi soledad, yo le daba vía libre alguna que
otra noche, y ella me dejaba tener una vida tranquila, y
ahora domina todo, incluso mi andar.
Si
yo estaba bien, ¿Por qué me tenía que enamorar?
Pero
la culpa es mía, yo ya sabía que su sonrisa me podía, desde el día que la conocí.
También era consciente de que su dulzura me llevaría a un constante suicidio de
felicidad, en el mismo momento que me hablo por primera vez.
Si yo estaba bien, ¿Por qué me tenía que enamorar?
La
verdad, es que no puedo engañar a nadie, ya estaba perdido cuando vi desde
lejos acercarse a una muchacha de cabello oscuro, vestida con zapatillas, jeans
y una camisa rosa, que prácticamente podría asegurar estaba esculpida en su
cuerpo por el mismísimo Belcebú, para que los mortales fuéramos incapaces de no
pecar por su amor.
Omar Criador
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