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lunes, 22 de abril de 2013


Me siento frente al papel, decidido a no escribirte nunca más y lo único que aparecen son las marcas que dejaron tus caricias en mi cuerpo.
Las sonrisas que un día fueron para mí, hoy son para otro.
Te puedo dar un beso? Te pregunte un día mágico de abril.
“solo uno” contestaste, y fue el primero de los besos más dulces, tiernos y apasionados que jamás me dieron, y quien sabe si alguna vez me volverán a dar, pero esos besos hoy son de otro.
Quisiera tener la grandeza de poder decirte que seas muy feliz, pero mi corazón es avaro y solo quiere estar a tu lado.
Ojala algún día mi alma deje de llorar por vos.

Omar Criador