Porque se que vas a llegar a
la parrilla de tu viejo, con un libro bajo el brazo, imposible es imaginarte
sin un libro entre tus manos como si fuese una extensión mas de tu cuerpo, ahí vamos
a estar esperándote para una cena mas, para escribir un cuentito mas. Sino será
en el club donde te esperaremos, mientras Pablo nos apura a jugar un pool diciéndonos
“ a José y a mi nunca nos ganaron al Pool”.
Porque años han pasado y nunca me dijiste cuales eran los
ojos (tetas) que me miraban, espero algún día te aparezcas en un sueño y me
saques esta intriga mientras tomamos un aperitivo.
Ahí debe estar tu novela, esa novela que escribiste, que
nunca publicaste, que no sabemos si en realidad terminaste, y que peor aun jamás
ninguno de nosotros leyó.
No voy a decirte adiós, me niego rotundamente a despedirme
de vos, porque te espero, porque los muchachos te esperamos; porque estamos
seguros que sos como Baltasar Quiñones, y un día va a venir un pibe a convencernos
de que estas vivo, de que solo estas simulando tu muerte para llegar de la nada
al picado hacer una gambeta corta y clavarla en el ángulo.
Que siempre estará.
Omar Criador.
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