Cuando Salí de tu casa, después de haber
puesto mi corazón, mi alma y mi cabeza ante vos, tenía la sensación, o tal vez era
solo una absurda esperanza, que ibas a salir tras de mí, ya sé que tus palabras
fueron directas, pero no se veo en tus
ojos algo que no logro explicar y me dicen peléala. Camine muy lentamente para
que pudieras alcanzarme, nunca llegaste y no tenías porque llegar. Te espere
toda la noche en ese lugar donde sabias que iba a estar, la noche termino y
nunca fuiste, tampoco tenías porque ir.
La mañana ya tiene un sol, y vaya a saber
porque estúpida ilusión estoy sentado en mi cama escribiéndote esperando que
golpees mi puerta, cuando no tenes porque hacerlo.
Y siendo finalmente las siete y treinta siete
de la mañana voy a dormir, sabiendo de antemano que con la imagen que guardo de
tus ojos voy a soñarte, y te soñare toda mi vida.
Omar Criador.
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